16 de julio de 2010

Como a ti y a mi.


Una noche de verano en la que el cielo estaba más hermoso y más oscuro de lo normal, según te ibas alejando de la pequeña cuidad, se podía ver la Luna. Una Luna creciente llena de radiante brillo y cerca de ella, una luz chiquitita que brillaba y titilaba. Todas las personas que se fijaban en ella, creían que era la hija de la Luna. ¡Pero no! Era una estrellita brillante y más luminosa que una lámpara. Los primeros en darse cuenta de esto, fueron una pareja de enamorados que en víspera de pasar su última noche juntos, decidieron ir a contemplar la inmensidad del cielo y de la noche.

Pasaron los días y tras la revelación de la pareja, los habitantes de la pequeña cuidad descubrieron que aquella luz en el cielo era una estrellita que se había perdido de su galaxia. Sorprendidos ante tal situación, ansiaban la llegada de la noche para contemplarla, pero al llegar se sorprendieron todos pues en el cielo aparecieron millones de estrellas que se habían reunido para buscar a la pequeña estrellita.

Pero ella no quería irse, por que había visto cosas muy lindas y le encantaba que los niños le pidiesen deseos. Éstos le prometían que se portarían bien, que estudiarían mucho. Pero no sólo los niños se acercaban a pedir deseos, también los enamorados. Era curiosa la procesión que llevaban a cabo éstos con el fin de encontrarse en una noche a la luz de la estrella para declarar su amor y sus promesas. Realmente se decían cosas muy bonitas y sinceras que encandilaban a la estrellita.

La estrellita, tras explicar lo que allí veía y sentía, invitó al resto de estrellas a que se quedaran un tiempo para comprobar que ella decía la verdad. Pero tanto les gustó que se quedaron todas a vivir para siempre y desde esa noche cumplen millones de deseos a quienes se acercan a pasar una noche con ellas. Les cumplen los deseos....sobre todos a los enamorados.

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