
Ya comienzan a brillarme los ojos, me tiembla el pulso, me baila el pie derecho. Asoman desde mi ventana unas grandes ganas de verte.
Comienza a oler a ese aroma y al sentimiento que habíamos dejado estos días.
Entonces te imagino, avanzas con lentitud. y voy guardando cada una de tus sonrisas en el almacén de mis besos. Y se siente la electricidad y el inundado vagón que forman mis palabras que intentan explicar cuánto te han echado de menos; ahora sí.
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