28 de septiembre de 2010

Y quiero volver a vivir todos esos viajes en el asiento delantero (y trasero) del coche, persiguiendo con la mirada las luces, los árboles, las estrellas -creyendo que alguien guía nuestro camino- mientras me voy durmiendo...y en ese momento coger tu mano, respirar sin miedo, y deslizarme poco a poco hasta llegar al túnel de la imaginación. Como antes, cuando nada importaba más que eso. Porque contigo si cierro los ojos y pienso en desear algo con mucha intensidad, aparecen de repente todas las sensaciones vividas, sin conexión espacio-tiempo, una detrás de otra. Visualizando las que realmente merecen la pena, las que me gustaría volver a vivir, las que no cambiaría por nada en el mundo.

…Y así, vivir otros 300 días más a tu lado.

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