27 de febrero de 2011


Tengo tanta felicidad inundándome los huesos (…) es increíble todo lo que puede cambiar dentro de mi, escuchando tu respiración, tus palabras, y tus emociones; sintiendo tu piel con la mía, tratando de subir el volumen a esa canción que me dedicaste, oliendo las flores que me diste (…) Estoy increíblemente eufórica por la sonrisa que ocupa mi rostro cada vez que te veo venir, cada vez que cuelgo el teléfono sabiendo que estás casi por llegar a estar junto a mí (…) sabiendo que te amo y que tu boca me lo dijo también, sabiendo que soy la que quieres para que esté al tu lado por siempre y a pesar de que soy una niña caprichosa que se muere si no tiene tus labios, me malcrías con ellos, porque somos el uno para el otro y eso no lo dijimos porque ya no hace falta decirnos las cosas, con solo estar cerca de ti puedo sentirte (…) y esa es mi mayor felicidad, poder tenerte conmigo a mi lado, apoyándome en cada momento, siempre demostrándome que contigo voy a ser valorada y que me quieres cuidar por encima de todos. Estoy derretida a tus encantos porque me completas y sin ti dejo de ser quien soy, porque eres mi oxígeno y solo puedo decirte que eres mi vida entera.
¡¡Felices quince veintiochos!!

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