13 de abril de 2012

Todo lo que se puede soñar...

Respirar tranquilo y ver que todo está en su sitio, que todo funciona. Parece todo tan genial que se asemeja a un sueño pero, día tras día, al despertarse el día le devuelve una visión inapelable que le indica que es cierto, que todo aquello que un día fue un bonito sueño, ahora es una increíble realidad.

Respirar y ver que es cierto, que nada se ha movido, la casa, los adornos, su espléndido Golden, su preciosa chica. A veces duda de que aquella época de sueños, en la que la realidad era bien distinta, ocurriese de verdad. Pero los recuerdos le advierten de que sí lo fue, un episodio difícil de su vida, donde los sueños eran sueños únicamente, y solo de vez en cuando se cumplían.

Hoy sus anhelos son otros, no menos importantes, pero sí más llevaderos, porque los comparte, como la cama y las comidas, y eso es lo que siempre había deseado. Ahora no está solo, tiene alguien con quién luchar y por quien luchar, quizás no es muy ambicioso, pero es lo que él deseaba, el resto era y es secundario e irá llegando.

Todo lo que se puede soñar se puede lograr, o eso dicen, así que qué prisa tiene. Él es una fábrica de ideales y sueños por sí mismo, y cuenta con un fértil hogar donde cultivarlos, por lo que solo le queda esperar a que empiecen a crecer y dar frutos, que visto lo visto por su propia experiencia, si se persevera se consigue.

Mientras tanto a seguir disfrutando de los éxitos de aquellos sueños, hoy cumplidos en una verdad tangible que respira, y que le mira desde el otro lado de la mesa con una sonrisa cómplice.

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