15 de octubre de 2011

Pequeños paraísos


Sentados frente a frente, sin apenas escuchar el sonido de la realidad que les rodea. Solos, únicamente acompañados de toda una ciudad, pero solos en esencia. ¿Qué había hecho todo este tiempo para no darse cuenta de lo que tenía delante?
Ella hablaba esbozando pequeñas sonrisas que impedían que él pudiese concentrarse en el contenido de la conversación. Es tan difícil encontrar un momento como este en esta alocada vida, es tan complicado respirar vida entre tanto caos. Ella le dedica una mirada tierna, delicada, casi escondida entre los cabellos del flequillo que tapan parte de sus ojos azules, y él, sin poder evitarlo, mira alrededor para saber si todo está bien, si sigue vivo, porque esta situación es un oasis entre su desastrosa vida, porque esa sonrisa es un pequeño paraíso.

……….

La conversación se acalora, los dos empiezan a sentir que se les va de las manos, pero la inercia de la plática es imparable y dañina. Culpas, rencores, palabra agresivas, daño…y sin pretenderlo silencio. Silencio provocado por un beso inesperado que le deja sin aliento. Se separan y se miran fijamente, sin pestañear únicamente escuchando sus respiraciones entrecortadas.
-Me da igual lo que diga el mundo, Yo quiero estar contigo.
Un abrazo y otro beso, y otro, y uno más. Caricias, pasión. Sus manos se entrelazan, después se sueltan y recorren el cuerpo del otro, la ropa sobra, la sensación de amor profundo necesita ser expresada físicamente. Poca luz, pocas palabras, pero mucho que decir. Hacen el amor, desquitándose de cualquier problema, disfrutando de lo que de veras importa, él y ella, sus cuerpos, su atracción, su placer…Una habitación vacía de cuadros pero llenas de sensaciones, de risas cómplices, de gemidos y un final. Después pocas palabras, todo está dicho, la alianza se ha vuelto a firmar, y solo queda disfrutar de su cuerpo entre sus brazos, del olor de su pelo, de su respiración tranquila, de un te quiero entre suspiros. Solo queda cerrar los ojos hoy el paraíso está más cerca.

……….

Maldito día. La jefa le tiene arto, llamadas constantes, exigencias… Abre la puerta de casa, saluda con voz cansada y encuentra el vacío por respuesta. ¿Pero donde estará? Cuelga el abrigo en el perchero de detrás de la puerta, ese que hicieron con sus propias manos y levanta la vista. La casa esta a oscuras y solo una tenue luz preveniente del salón ilumina las fotos que decoran el minúsculo pasillo. Avanza hacia la luz, casi arrastrando los pies, empuja un poco la puerta del salón, y allí está ella, con una la cena, la mesa adornada con una vela y una rosa, y su mejor cara. A él se le dilatan las pupilas sorprendido, la mira con media sonrisa y le pregunta
-¿Celebramos algo?
- Que vivimos, ¿Te parece poco?
Se sientan y comienzan a cenar, él se desahoga, cuenta sus problemas, y es escuchado con atención. Después la conversación toma otros derroteros, los menos pensados, los menos importantes, pero de tal forma que la conversación nunca se agota.
Cuando terminan de cenar, él le propone tomar el postre en el sillón, quién sabe si bañado con algo un sorbito de vino. Las horas pasan, el cansancio hace mella y ella se queda dormida apoyando la cabeza entre sus piensas, mientras él, con tranquilidad le acaricia el pelo, disfrutando del suave tacto de su melena. Ya no hablan, él solo la mira y se pregunta cómo lo hará para que aún consiga sorprenderlo, para que siempre tenga un truco o una argucia que convierta sus problemas en pequeños paraísos como el de esta noche.

………


Una voz resuena en sus oídos mientras una pequeña mano le zarandea.

-Papá ¿Puedo levantarme ya?
- Lisi cariño son las 7.30, ¿no crees que es muy pronto? Porqué no te metes aquí conmigo.
La niña ligeramente a regañadientes acepta, y se mete en el hueco calentito que le ha dejado él. Sin quererlo, mecida por el traqueteo de la pierna de su padre vuelve a dormir, mientras él la mira, pensando si puede haber algo más bonito en el mundo que su pequeña. Entonces una mano le acaricia por detrás mientras otra le pasa el brazo por el costado. Una boca tierna y sexy se acerca a su oído para susurrarle:
- Esto si es el paraíso padrazo…Te amo.
Una respiración profunda y una sonrisa que ella no ve, son suficiente respuesta.

…….

Cogidos de la mano miran su sombra en el suelo. ¿Cuantas veces habrán ido de paseo por la ciudad, cuantas recorrido esas calles, cuantas? No se paran a pensarlo porque hoy la conversación es importante, ¿Cómo vamos a hacer en nuestra nueva casa? Las palabras destilan ilusión y las miradas alegría. Proyectos, bocetos de vida, ideas de futuro se agolpan en sus bocas, mientras las manos se apretan, dándose seguridad, sirviéndoles como amarre que les recuerda que esto no es uno de tantos sueños, sino que esta es la realidad. Avanzan, por las calles, entre risas y hablando de lo que les depara ese futuro que parecía no llegar nunca. Las cosas cuestan y a ellos parece que más que al resto, pero cuando llegan….ningún paraíso es comparable a la sensación de haberlo apostado todo y haber triunfado con tus ideales.

………

En el salón a oscuras, miran su película favorita. “Allí es donde siempre te Querré” escupen los altavoces del televisor. Dos manos se buscan hasta agarrarse y una lágrima nace de su ojo y recorre lentamente su carrillo….Nada más se puede pedir en ese momento…quizás por encima de eso solo esté el paraíso.

………..

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